
Para conocer el Tarot tal y como lo usamos en la actualidad, nos hemos de remontar al siglo XIII-XIV, en las rutas del mediterráneo, los mercaderes de la seda de Asia a Europa pasando por Oriente. Esto explica como las cartas actuales han recogido simbología de diversas culturas, con referencias en sus ilustraciones a símbolos cristianos (El Papa, El Juicio…), a símbolos judíos (los 10 botones del Colgado en referencia a los 10 seriot del Árbol de la Vida), y símbolos musulmanes (el circulo de 9 puntos del As de Copas).
Uno de los primeros mazos de cartas es el de Mamluk, difiere bastante del actual, pues solo se componía de cuatro palos y era de origen islámico.
Para acercarnos a las cartas del Tarot como las conocemos actualmente, compuestas por cuatro palos (oros, copas, bastos y espadas) que componen los 56 arcanos menores, y sus 22 arcanos mayores, tenemos que remontar a Milán entre 1440 y 1450.

Estás fueron las primeras cartas añadidas a los mazos de palos, se conocen como «carte de trionfi», es decir «cartas del triunfo», origen de las actuales 22 arcanos mayores del Tarot.

El Tarot Visconti-Sforza

Este es el primer tarot documentado, las figuras son las mismas que encontramos en la actualidad, en este caso reproducen a los miembros de la familia Visconti y Sforza vestidos y ambientados en su época (Renacimiento en Milán).

De este tarot creado a mediados del siglo XV, una de sus colecciones más famosas es la baraja de Pierpont – Morgan Bergamo, producida en 1451 y compuesta por 78 cartas. En este Mazo a diferencia de los actuales no existe constancia de las cartas de el Diablo y la Torre, aunque se desconoce si no fueron echas o simplemente se perdieron.
Puesto que las cartas eran pintadas a mano, el número de ejemplares fue pequeño. Sin embargo con la invención de la imprenta, la producción se expandió fuera de Italia llegando a Francia y Suiza.
El Tarot como método adivinatorio
La primera evidencia histórica sobre las cartas del tarot para la cartomancia, proviene de un manuscrito anónimo redactado en 1750, en el cual se documentan diversos significados adivinatorios para las cartas.

Su popularización comenzó en París alrededor de 1780, Antonie Court y Jean Baptiste Alliette, utilizaban el Tarot de Marsella para la adivinación, mediante la interpretración de las cartas.
El Tarot de Marsella se compone como los actuales mazos de cartas. El mazo se divide en Arcanos Mayores y Arcanos menores.
Los arcanos mayores se componen de 22 cartas, numeradas del 1 al 21, y restando una sin numerar, el Loco, algunos otorgando a esta el número 0 y otros el 22.
Los arcanos menores se componen de 56 cartas, repartidas en 4 palos, oros, copas, bastos y espadas. Cada palo se compone de 9 números más las figuras de la Sota, el Caballo, el Rey y la Reina.
- Oros: se relacionan con la juventud, el verano, el Sur, la Tierra, el dinero, los signos zodiacales de Tauro, Capricornio y Virgo. Representa a personas morenas y de ojos oscuros.
- Copas: se relacionan con el amor, los sentimientos, el invierno, el agua, los signos zodiacales de Cancer, Escorpio y Piscis. Representa a personas rubias, con piel clara y ojos claros.
- Bastos: se relacionan con la madurez, con la primavera, con proyectos, iniciativa, trabajo, y los signos zodiacales de Aries, Leo y Sagitario. Representa a personas rubias o pelirojas y de ojos claros.
- Espadas: se relacionan con el aire, la enfermedad, lo mental, la pelea, con la infancia, el otoño, y los signos zodiacales de Geminis, Libra y Acuario. Representan a personas de piel oscura y ojos oscuros.
Recordad que en la interpretación de las cartas es tan o más importante la relación y situación de las cartas entre si que el significad propio de cada una de ellas.